lunes, 5 de enero de 2009

Los Mentirosos No Heredaran El Reino de Dios. (San Juan 8:44)

El Evangelio de Juan fue escrito aproximadamente al final del primer siglo. En diferencia a los otros tres evangelios, Juan presenta una perspectiva diferente y más comprensible para aquel que comienza a caminar de la mano del Señor.
Juan presenta a Satanás como el padre de la mentira, como el originario y propagador de ella.

1-¿Cómo se inicia la mentira?: La mentira tiene su origen en Satanás, quien presento a Eva una falsa imagen de Dios, empujando así, la primera pareja a la muerte espiritual (leer Génesis 3:1-5). Es allí donde se da inicio a la mentira y de allí en adelante se propaga a todo ser humano por causa del pecado de Adán y Eva. La mentira fue prohibida por Dios cuando hablo a través de Moisés (leer Génesis 23:7); Jesucristo mismo dijo que Satanás es padre de mentira y que no hay verdad en él (leer San Juan 8:44). Por esa razón es que Dios anuncia castigo sobre el que practica la mentira (leer Proverbios 19:5, 9).

2-¿Puede el hijo de Dios permanecer y practicar la mentira?: Muchas veces hemos escuchado el refrán “es una mentira blanca, porque no le hace daño a nadie”. Eso es totalmente una mentira, porque a través de la Palabra de Dios no encontramos ninguna categoría de mentiras pequeñas o grandes, blancas o negras; la mentira es categorizada como un grave pecado delante de la presencia de Dios, porque El lo coloca junto a los hechiceros, fornicarios, homicidas, e idolatras y dice que todo el que ama y practica la mentira no entrara al reino de Dios (leer Apocalipsis 21:8; 22:15). El convertido a Cristo debe apartarse de su antigua manera de vivir, y caminar como una nueva criatura, debe desechar la mentira y hablar la verdad, porque eso agrada a Dios (leer Efesios 4:24-25). Los hombres se pueden mentir unos a otros, pero para Dios eso es desagradable (leer Levíticos 19:11). La Palabra de Dios va más allá cuando dice que ni aun en bromas se deben decir mentiras (leer Prob. 26:19).
Por esa razón todo aquel que tiene comunión con el Padre y con su Hijo Jesucristo, exclama de corazón “la mentira aborrezco” (leer Salmo 119:163).

Conclusión
El diablo es el padre de mentira, trayendo desde el principio de la creación esa maldición sobre el hombre. A tal grado que Caín mato a Abel su hermano y quiso mentirle a Dios respondiéndole que él no sabía dónde estaba su hermano.
La verdad en la forma que la Palabra lo presenta es el conjunto de principios supremos y sabiduría acerca de las realidades reveladas por Dios en Cristo Jesús. No se trata se conocimientos científicos, sino de aquel saber de salvación “2ª Tim. 3:15”.
Amemos y practiquemos la verdad, porque el que practica la verdad es de Dios (leer 1ª Juan 3:18)